La peligrosa moda de tener un lobo en casa
La peligrosa moda de tener un lobo en casa
La película 'Alpha' ha puesto de moda al perro lobo checoslovaco. Una mascota espectacular, pero muy exigente y con un lado salvaje. Las ventas de ejemplares aumentan al mismo ritmo que los abandonos
Dos de los ejemplares que aparecen en la película han sido adiestrados por el criador español Rafael Vicente Moríñigo, que ha tomado la decisión de no criar más perros de esta raza pese a saber que con ello va a dejar de ganar dinero. Es consciente de que este tipo de animal no es para cualquiera y de que existen «criadores sin escrúpulos» que venden preciosos cachorros de perros lobos checoslovacos que al crecer se convertirán para muchos propietarios en un verdadero problema. «Yo no quiero participar en esto», asegura Rafael, que ha pedido en las redes sociales que se deje de comerciar con este tipo de animales para frenar el creciente número de abandonos.
«Muchos compran perros de adorno para aparentar»
Rafael Vicente, Criador
La raza cinematográfica de moda es el fruto de un experimento que se realizó en Checoslovaquia en 1955.
Un coronel de la guardia de fronteras tuvo la idea de introducir
mejoras en los perros dedicados a vigilar los límites de la Guerra Fría y
no se le ocurrió otra cosa que cruzar pastores alemanes con auténticos lobos de los Cárpatos. Tras algunos intentos infructuosos, la primera línea de sangre de un perro creado para la guerra nació el 26 de mayo de 1958.Después de varias generaciones de híbridos la raza mejoró y ha dado lugar a un animal de los que llaman la atención pero también de un fuerte carácter. Los perros lobos checoslovacos tienen mucha energía, son muy inteligentes, fieles con los suyos, asustadizos y poco dados a congeniar con otros chuchos. También tienen una habilidad especial para abrir puertas, lo que les convierte en unos expertos escapistas. Por decirlo de otra forma, algo hay de lobo en su personalidad.
Este tipo de detalles es lo que, según Rafael Vicente Moríñigo, no revelan todos los criadores a quienes acuden a sus instalaciones en busca de su fantástico e idealizado perro de película. «Hay clientes que quieren un perro parecido a un lobo y, como les da igual todo, el criador no les explica nada. Conozco un caso en el que a un hombre de 80 años le vendieron un cachorro de dos meses sin avisarle de cómo iba a ser cuando creciera. Muchos buscan perros de adorno, es como si compraran un jarrón para aparentar por la calle»
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